Muralla del castro de Saldeana
El de El Castillo (Saldeana, Salamanca) es un castro celta (vetón) romanizado, lleno hoy en día de maleza que, si bien por un lado lo preserva de los agentes atmosféricos y de posibles vandalismos, por otro lado, constiuye una seria amenaza en caso de incendio: las llamas dañarían muy seriamente las piedras de la muralla y otras que hay en el interior de éstas, así es que posiblemente se encontraría más seguro limpio que sembrado de maraña vegetal desarrollada.
"Esvástica" celta
A diferencia del castro de Yecla de Yeltes, que conserva todo su perímetro defensivo, éste de Saldeana no se caracteriza por la integridad de su construcción, ni tampoco por presentar profusión de grabados, aunque sí se puede observar alguno muy peculiar, como el que mira hacia el Este, en forma parecida a una esvástica y que, casi con total seguridad, hace alusión al Sol. Otros petroglifos (algunos más claros, otros más difíciles de ver) colonizan alguna piedra de la muralla que se mantiene en pie, pero en número reducido.
Otro de los petroglifos que se pueden ver sin demasiado esfuerzo
Lo que realmente hace singular este castro de otros es su generosísima extensión defensiva extramuros, constituida por piedras hincadas, muchas de las cuales aún permanecen en pie y son extraordinariamente anchas y altas (más de 1,5 m), algunas formando círculos, verdaderas trampas para los jinetes atacantes y sus monturas, incluso para la infantería. Estas piezas graníticas enhiestas, muy numerosas, contundentes y acabadas en punta, o afiladas las de forma más horizontal, debieron constituir, asimismo, un eficaz conjunto disuasorio ante los sitiadores de la población.
Vista parcial del campo de piedras hincadas
Detalle de una laja granítica de donde se obtuvo una de las
rocas hincadas y que, a su vez, cuando estuvo en vertical,
sirvió de baluarte de los moradores del castro
Más rocas hincadas: la del segundo plano conserva aún su colocación primigenia.
Nótense, además, las terminaciones en punta de las rocas
El castro celta de El Castillo de Saldeana no ha sido excavado. Algunas piezas (estelas funerarias romanas, por ejemplo) se encuentran en el pueblo de Saldeana. Otras, permanecen ocultas dentro del recinto amurallado, esperando mejores tiempos. En mi visita a las ruinas, localicé algunas cazoletas en escala y otras, aisladas.
El castro de Saldeana y su entorno son espectaculares y merecen la visita de todos los interesados en la arqueología. También, la preocupación de La Junta de Castilla y León, que, en su día, colocó paneles explicativos que ahora provocan vergüenza ajena por su pésimo estado de conservación. Se hace urgente una actuación prioritaria de la Junta de Castilla y León al respecto: la gente de Saldeana lo merece y la mayoría de los administrados, también.
Ara votiva, cercenada
Panel informativo en pésimo estado de conservación
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