domingo, 12 de octubre de 2014

EL CASTRO DE SAN MAMEDE (Villardiegua de la Ribera, Zamora) Y SUS SANTUARIOS RUPESTRES.


1. INTRODUCCIÓN:
El castro de San Mamede (o de La Peña Redonda) se sitúa a unos 4 km. de la localidad de Villardiegua de la Ribera (un municipio digno de ser disfrutado con calma). Se accede a él tras recorrer un camino de tierra (se puede realizar el recorrido en coche), en general bien conservado.

Este yacimiento se encuentra delimitado por el tajo del río Duero al Oeste (150 metros de desnivel), el Arroyo de Fenoya al Sur, y al Este y al Norte por dos vaguadas que hoy están aterrazadas.

La superficie del recinto (enmarcada por una muralla de aproximadamente 2 m. de alto por 3 m. de ancho, que no es visible, y por grandes afloramientos graníticos) es de 12.500 m2. Se ha constatado la presencia de terrazas preparadas para el cultivo y, próxima al castro, se levantaba la ermita de San Amede, de la que queda el solado y la planta, restaurados. Hay tumbas incólumes próximas a la ermita.


A) El río Duero desde el Castro. En la izquierda, Portugal



2. SANTUARIOS RUPESTRES:
Al menos, existen dos santuarios rupestres en el Castro de San Mamede, o tal vez sólo uno (compuesto por la suma de los dos, asimilando el más antiguo al más moderno).

El primero está compuesto por una peña granítica de forma redonda, caprichosamente situada en una mesetilla y rodeada de elementos típicos, como cazoletas y rebajes:


B) Primer santuario: acceso al mismo (peldaños) y la
Peña Redonda, recortada en el cielo


C) Primer santuario: cazoletas y la Peña Redonda



El segundo santuario rupestre está próximo al primero y en él se pueden ven claramente dos peldaños, un rebaje rectangular a la derecha del segundo escalón (y tallado con idéntico tacto) y una meseta (o "bandeja", como la denominan los arqueólogos Luis Benito del Rey y Ramón Grande del Brío). Podría ser que éste siguiera en el tiempo al primero y perteneciera ya a la cultura romana: sería un buen lugar donde colocar alguna escultura o algún ara ceremonial:


D) Segundo santuario: dos peldaños, una meseta
y el rebaje rectangular, a la derecha.



Otra hipótesis a considerar -desde mi punto de vista- es que los dos anteriores formaran uno solo, dada la proximidad citada y la misma alineación, que se puede percibir en la siguiente fotografía:

E) El segundo santuario y, más arriba, el primero.
¿Tal vez un 2 x 1?



3. OTRAS HUELLAS DE LOS HABITANTES DEL CASTRO:
Sin ninguna duda -y siempre con las aconsejables reservas de la hipotética existencia de otras piezas por hallar-, el buque insignia del Castro vetón de San Mamede y de Villardiegua de la Ribera es la que todo el mundo del lugar conoce como "La Mula", una exquisita y esbelta escultura -llama la atención su estilizada forma- zoomorfa y ambigua, que parece representar un toro en actitud de predisposición a la embestida.

Actualmente, la talla se levanta junto a la iglesia de la localidad y conserva la peana original bajo tierra, tan grande como el animal representado. Así mismo, cabe destacar que se realizaron algunas cazoletas en su cuerpo y que probablemente, en su día, estuvo dotada de cuernos, de otro material que no fue granito: en el lugar donde irían, aparece un hueco -pulido y continuado- que atraviesa la cabeza del animal. En ésta, aún se aprecian claramente las curvas de la testuz.


F) "La Mula", de bello acabado



G) Detalle de la cabeza del zoomorfo, donde se 
aprecian la testuz del animal y la ubicación de sus
cuernos, continua, de lado a lado



H) Otra toma de la cabeza de "La Mula"



Unas 30 estelas funerarias romanas se identificaron en el Castro de San Mamede, que fueron a parar, unas, al Museo Provincial de Zamora y, otras, embutidas en corrales y paredes de casas por los vecinos del pueblo, aparte de las que se usaron para la construcción de otros edificios, como la hoy inexistente ermita de San Amede. También pueden observarse pedazos de aras votivas.


I) Estela funeraria romana en la pared de una vivienda:
"VIRONO HIJO DE TUROVIO FALLECIÓ A LOS 60 AÑOS"



J) Parte de ara romana





4. MISCELÁNEA:
En el Castro de San Mamede hay también algunas rocas grandes con también grandes huecos que miran hacia occidente, y otras con multitud de cazoletas, tanto en el plano horizontal como en el vertical.

Como sucede en tantos y tantos lugares arqueológicos, serían altamente deseables excavaciones sistemáticas que sacaran a la luz la riqueza que aún ocultan. Pero, dados los malos tiempos que corren, habrá que esperar años... 

No obstante lo anterior, el primer paso está dado. Que aquellos que en su día terminen el camino, lo hagan con respeto, cariño y admiración hacia sus antepasados. Sea.


K) Rocas con cazoletas y oquedades orientadas
hacia la puesta de sol




L) La misma roca recogida en la fotografía anterior




No hay comentarios:

Publicar un comentario